Líneas Asíntotas / parte 3
Se acercan mucho en algún punto, pero jamás llegan a tocarse
Carta a romeo: Parte 3
Querido Romeo,
La representación de los días más kármicos.
El ultimo día que fui ese lugar antes de trabajar desde casa, fue el primer día que tal vez estuviste más distante de mí. Pensé, tal vez me quiere y siente que una vez trabajando desde casa jamás volveríamos hacer los mismos, no estabas muy equivocado si es así fue que pensaste después de mi crisis de depresión siendo tu una de las principales causas, que no estuvieras hay me dio a entender que debía ser más fuerte para tener la capacidad de silenciar lo que sentía y recordarme lo que merecía.
El planeta entero estaba en colapso, y mi prioridad era que te aferraras a mi como yo lo hacía a la única cosa que tenia de ti, el irrealista mundo que cree donde éramos todo. Muchos podrían llamarle a esto los mal nombrados “casi algo”, pienso que éramos más que casi algo, en nosotros irradiaba un amor incomprendido, pero demasiado sentido, un amor que solo los dos tuvimos la capacidad de sentir. Cuando llego la hora partir llamaron a un automóvil para que me llevara a casa, admito que esperaba que me dieras otra reacción un “escríbeme todo el tiempo”, “llámame para saber que llegaste bien”, el que más esperaba “te voy extrañar”.
Nunca paso, tal vez fue nuestro ego que no nos dejó expresar como queríamos ese último día; pero, lo único que pudo salir de tu boca fue: “te diría que nos vamos escribir o volver a ver, pero eso jamás pasara.” En camino a casa, fuiste mi único pensamiento te escribí solo con la excusa de achicar el vacío que habías dejando con esa frase entre los dos. —Nuestro espacio, te quedo solo para ti espero lo disfrutes. Nunca contestaste.
Los siguientes días, me propuse a mejorarme me había prometido que nunca volvería a ese lugar o por lo menos no siendo la misma. Llore durante muchas noches, rezando que un día el dolor que sentía por ti disminuyera, me culpe a misma durante tanto tiempo pesando que era yo la que te había causado tan malestar y por esa razón ya no querías intentarlo conmigo. Era una chica que tenía mil defectos, para bien o para mal tenía afecto, aun me pregunto en qué momento me perdí en tus ojos.
Son los días más kármicos porque:
Mi lógica no era enamorarme de ti, yo debía jugar contigo había hecho un ardid termine siendo la que perdiera todo por amor. Mientras más durábamos en cuarentena me iba mejorando, pero tu seguías sin hablarme, te escuchaba porque teníamos reuniones diarias virtuales, pero los dos nunca volvimos a nosotros. El único contacto que tuviste conmigo en cuarentena me felicitaste por el cómo trabajaba. Mi miedo más grande era tener que dejar mi trabajo remoto a presencial y tener que estar junto a ti pretendiendo que no sentía ni una pisca de amor, en diciembre del 2021 se hizo realidad a lo que tanto le temía, el virus aún seguía a fuera, pero el planeta sabía mucho mas de como atacarle, teníamos que celebrar la primera fiesta para volver a reconectar como humanos.
Temía por verte, sabía que una vez que te viera volvería a perderme en tu presencia, saque mil excusas ninguna tuvo éxito. Fue una noche bastante reveladora, durante ese confinamiento había entrado nuevo personal incluyendo los practicantes, una practicante fue asignada a mi equipo las dos nos hicimos bastante amigas, la fiesta era el momento para conocernos en persona. La conocí, pase toda la noche junto a ella, tu estabas entretenido bailando con todas las demás para ser honesta prefería que fuera así, claro, el reencuentro fue bastante grato tenía meses que no veía a mis antiguos compañeros, recuerdo distraerme con una fila para pedir algo de beber para acompañar la comida de la fiesta, una compañera me dice que estabas detrás saludando.
Mientras veía como saludabas a la practicante note que eras más afectuoso de lo normal, te conocía demasiado como para no fijarme cuando eras coqueto. Me dieron la bebida volví al grupo con la ilusión de que no supieras que estaba ahí, me notaste, me miraste, te acercaste y me abrazaste. El abrazo duro un minuto exacto, no nos dijimos nada, pero lo sentimos sé que fue de esta manera porque nos debíamos este abrazo, tuvo un toque despedido por el ultimo día, pero también tuvo esa pisca de emoción de volvernos a ver, de volvernos a sentir y sentir que seguíamos siendo uno del otro. Nos desconectamos del mundo, se sentía que el resto del mundo fue oprimido por el abrazo, de repente todo quedo en silencio. Termino el minuto nos miramos a los ojos volvimos al mundo, no me soltaste la mano mientras socializabas con los demás, luego te llamaron y me dijiste: “ven conmigo al centro”.
Invite a la practicante y a una compañera a la cual le tengo mucho afecto, en camino al centro de la pista donde estaban todos los demás, mi amiga me dice al oído: “Hey, todos notamos ese abrazo creo que aún hay amor entre ustedes dos.” Vi que habías hecho nuevos amigos, no conocía a nadie, bailamos recuerdo sentir que baile con el diablo para lo que sería después, tenías una confianza en ti diferente que se notaba desde lo lejos, noto que con uno de ellos eras más cercano que con los demás, la practicante me grita al oído preguntando que si teníamos algo o habíamos sido algo —la verdad es que no, respondí.
Ella me dice lo más revelador de la noche, me cuenta que ellos si tenía algo que había terminado un mes atrás. Escucho esto, todo se va al suelo una vez más. Te acercaste a decirle algo al oído a la practicante, que obviamente ella me contaría: “me dijo que fuéramos al baño, ya vengo” todos sabemos que vas hacer a un baño en medio de una fiesta, le respondo pretendiendo por fuera que todo estaba bien, pero en mi interior mi dignidad estaba cayendo considerablemente: “Esta bien, nos vemos después ya me voy”. Hoy doy gracias que mi salvador fue mi papá, estaba como mi fiel escudero y el sabía cuan me costaba estar ahí, me vio todas esas noches mal. Salgo de esa fiesta sin despedirme de ti, solo corrí, me expuse a material explosivo y como raro me destruiste una vez más.
El Final
Era necesario volver a presencialidad, sabía que tenía que verte la mayoría de tiempo. Debo decirte que no fue nada sencillo, algo que agradecía era que había quedado cerca de una ventana lo bastante lejos de ti. Una versión retorcida de mi salió a luz donde quería hacerme lucir para que me vieras, nuestro lugar de acercamiento siempre fue el baño cuando me arreglaba siempre entrabas y te quedabas hasta que me terminara de arreglarme decías: <<te haces todo eso, quedas más guapa, hoy estas más linda de lo normal, que hermosa, de verdad que me traes loco>>.
Cuando teníamos tiempo libre te sentabas conmigo, hablabas conmigo te recostabas en mí, mirábamos por la ventana juntos, solo existíamos los dos imaginé muy temprano que estabas de vuelta a mí, no te ibas sin darme un beso en la frente o cuando salíamos juntos te bajabas unos cuantos escalones para quedar mirándonos fijamente me hacías reír te despedías dándome un beso en el cuello.
Un día, eso cambio no tuvimos ni una sola pelea, pero si te alejaste y ya no pude recuperarte. Un día solo me dejaste de hablar solo hablabas con la practicante, ella me contaba que siempre le decías cosas lindas, cosas que resultaron ser las mismas palabras que me decías a mí en el baño, y me pregunte si la besabas igual eso fue devastador, pero para ese entonces ya no era una opción perderme a mí misma querías jugar conmigo. Empecé a jugar tu juego, te ignoré y nunca más te volví hablar, otra compañera en reunión dice que no te quería como compañero porque te drogabas con mucha frecuencia.
Y justo ahí entendí que cada persona tiene que evolucionar como las circunstancias lo ameriten intente salvarte, te salvaron otras personas, tome la decisión que debía salvarme a mí misma por más que quisiera estar contigo, ya te había acompañado al cementerio, pero no me iba a enterrar contigo. Ya no te hablaba, no te determinaba y nunca miraba atrás para saber si me estabas acompañando con la mirada, tampoco esperaba cuando salías a que te alejaras y de la nada me voltearas a mirar.
Solo corrí lo más lejos que pude de ti, era obvio que no me querías nunca lo hiciste ni quisiste, me sentí patética pero al tiempo poderosa ya no tenías todo ese poder en mí, pero no era la única cosa que cambiaría ya era tiempo de irme de ese lugar y el mismo destino se encargó de hacérmelo saber debíamos cambiar de locación tendría que volver adonde todo empezó, a ese lugar donde jure nunca volver, el destino tampoco quería que volviera el día que cambie de locación nunca me despedí quería hacerlo pero me obligue a no hacerlo de lo contrario nunca me alejaría. Luego tuve mil problemas que eran una clara señal del destino (problemas de adultos), que debía irme. Visite cada lugar donde llore, donde me rompí y luego te perdone, aunque tu pienses que no hiciste nada por supuesto me perdone, luego me fui. Quería escribirte, pero ya no hablábamos no tenía sentido volver, tomé mis cosas y me fui.
Y hoy un año después que me fui de ese lugar, debo ser franca decirte que te recuerdo al ver cada motociclista, te recordé en el pasado mundial recordé cuando me decías tu sueño de verte jugar en un equipo reconocido como el mejor arquero, estoy segura que pronto te veré jugar y sabre fuimos todo sin ser nada, te recuerdo cuando veo una pareja que tiene una leve similitud con nosotros, un chico de 1.95 con una chica de 1.50, 45 centímetros que representan nuestras líneas asíntotas, dos líneas que se acercan mucho en algún punto, pero jamás llegan a tocarse. Tal vez ese fue nuestro destino, hacer parte de la vida del otro enseñarnos algo en particular, pero nunca estar juntos.
Ahora debo agradecerte me enseñaste muchas cosas, me ayudaste a conocer una versión de mí que imaginaba ser, pero no sabía si tenía algún chace de lograrlo. Y contigo la conocí, ojalá conmigo hallas aprendido algo, me conociste en un momento raro de vida, pero trate de darte lo mejor de mí. Ojalá algún día puedas leer esto y conocer cuánto te quise.
Te deseo lo mejor, aunque eso no me incluya. Te deseo una buena historia de amor, que alguien te ame como lo mereces, aunque no sea yo quien te ame. Fue un placer haberme topado contigo o tal vez nos topemos un día…
Gracias por todo, tu pequeña lou.